Al Pie De La Cruz

Texto Bíblico:

Mateo 27:37-45 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. 38Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. 39Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, 40y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz. 41De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: 42A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él. 43Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios. 44Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él. 45Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.”

Introducción:

La crucifixión era un mecanismo de tortura y asesinato de personas por parte de aquellos que sostenían el poder en el momento, es decir el imperio romano, cuyo fin era la de mantener el control sobre las masas mediante el terror y el miedo, en la religión cristiana, la crucifixión significa la agonía de Jesús de Nazaret en la cruz.

La cruz era para los romanos suplicio afrentoso, por eso la reservaron para esclavos, salteadores de caminos, asesinos y sediciosos: Jesús fue reo de sedición, por eso fue crucificado.

Todo condenado tenía una lenta agonía, y para acelerar la muerte después de cierto tiempo, las piernas eran quebradas y con eso se finiquitaba la vida del reo crucificado, de tal manera que el sacrificio del Señor Jesucristo, a pesar de esa agonía lenta, pudo mencionar algunas palabras que traen un sin fin de enseñanzas, de compasión, de perdón y de esperanza.

Él siendo la imagen misma de Dios pudo tomar su vida antes de que sus piernas fueran quebradas.

Así que esas palabras que pronunció antes de su muerte retumban hasta ahora, tienen poder hasta ahora y son escuchadas hasta ahora, para que el hombre no tenga excusa de decir, que nunca oyó esas benditas palabras que traen salvación y vida eterna.

1) Primera palabra: “Elí, Elí, ¿lama sabactani?”

Mateo 27:46 “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

La crucifixión no fue una puesta en escena, el sufrimiento fue real, Él llevó nuestros pecados en el madero y estaba experimentando la separación de Dios Padre por única vez en toda la eternidad

Salmos 22:1 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?”

Un Dios Santo, Santo, Santo no tiene nada que ver con el pecado.

Isaías 53:5-7 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. 7Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”

2) Segunda palabra: “Padre perdónalos por qué no saben lo que hacen”

Lucas 23:34 “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.”

3) Tercera palabra: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”

Lucas 23:40-43 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. 42Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Juan 3:16,36 “l que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”

4) Cuarta palabra: “Padre en tus manos encomiendo mi Espíritu”

Lucas 23:44-46 Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 45Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. 46Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.”

Hebreos 9:14 “¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”

El Señor Jesucristo se ofreció así mismo.

5) Quinta palabra:  “Mujer he ahí tu hijo, hijo he aquí tu madre”

Juan 19:25-26 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.”

6) Sexta palabra: “Tengo sed”

Juan 19:28 “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed.

Salmos 22:15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar, Y me has puesto en el polvo de la muerte.”

Salmos 69:21Me pusieron además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre.”

7) Séptima palabra: “Consumado es”

Juan 19:30 “Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”

El pago por nuestros pecados había sido hecho; “Tetelestai” la cuenta está saldada, no hace falta más que agregarle a nuestra salvación, no depende de las obras que hagamos, sino sólo y exclusivamente mediante el sacrificio que hizo el Señor Jesucristo en la cruz.

La deuda ha sido pagada y cualquier persona que mira a la cruz para ver al Señor Jesucristo tendrá salvación y vida eterna, El Señor Jesús no es una religión ni representa a ninguna iglesia, sino que Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Si No tiene aún la seguridad de a dónde iría el día que muera, solo mire a la cruz, solo mire al Gran Dios bondadoso que murió para darle salvación. Pídale que lo salve, aún está a tiempo.

Póngase a cuentas con Dios.

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